miércoles, 21 de octubre de 2009

En el centro mismo de esa tierra duerme una gran serpiente n medio del fuego. Aquellos que bajan a las minas sienten su calor y sus sudor, lo sienten moverse. Es el fuego vital de la tierra, porque la tierra vive. La serpiente del mundo es inmensa, las rocas son sus escamas y los árboles crecen entre sus escamas. Os digo que la tierra que labrais está viva, como una serpiente dormida. Sobre esa inmensa serpiente caminais; ese lago reposa en un hueco de sus repliegues como una gota de lluvia apresada entre las escamas de una serpiente de cascabel. Y sin embargo no por ello deja de estar vivo. La tierra vive. 
Si la serpiente muriera, todos pereceríamos. Solo su vida garantiza la humedad de la tierra que hace crecer nuestro maíz. De sus escamas extraemos la plata y el oro y los árboles tienen en él sus raíces como nuestro cabello tiene sus raíces bajo nuestra piel.
D. H Lawrence La serpiente emplumada.

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